Una sesión de fotos con el fotógrafo Simone Bramante entre los impresionantes paisajes de los Alpes Apuanos, montado en la Scrambler 1100 Special.
Simone, apodado Brahmino, es un cazador de emociones y un contador de historias. Durante cuatro años ha viajado junto a nosotros en busca de los lugares más Scrambler del mundo, para fotografiar, con su estilo soñador y evocador, la despreocupación de la Land of Joy.
Lo que caracteriza a la Scrambler es el hecho de que no es solo una moto, sino un estilo de vida. Y el estilo Scrambler está por todas partes, independientemente del lugar. En una playa de Ciudad del Cabo, entre los bulevares de París, o en las colinas de la Toscana. A nivel profesional, esto es muy importante para mí, porque el relato que hay detrás es la herramienta con la que siempre quiero dar valor a lo que estoy haciendo.
Con un proceso natural y espontáneo, en el que hago de director y conector. La idea nace, compartida, en Borgo Panigale, en el corazón de la Land of Joy. Luego se materializa con personas que viven y trabajan en los emplazamientos donde llevamos a cabo las sesiones. Solo ellos conocen todos los lugares, los colores y las tonalidades de la luz que pueden servir de escenario para nuestros trabajos. Por poner un ejemplo, para la última sesión de fotos de la 1100, ¿quién mejor que Max Lazzi, fotógrafo y Scramblerista, podía hacernos descubrir la Toscana y sus espléndidos paisajes?
Nunca me he considerado un fotógrafo puro, porque la fotografía que hago está orientada a la comunicación y contempla tanto la estética como la narración. Dejar a las personas que se expresen libremente, que se diviertan y que compartan sus experiencias es la forma más auténtica de contar emociones. Y de un modo coherente con el espíritu Scrambler, en estos cuatro años de colaboración siempre hemos logrado hacerlo.