Mientras el automóvil conquista a las masas y se convierte en un medio de transporte cotidiano, la motocicleta experimenta una transformación: deja de ser un simple vehículo para convertirse en un símbolo.
Inspirada en el estilo de vida de los motociclistas estadounidenses, nace una nueva filosofía de carretera. La motocicleta se convierte en compañera de aventuras y en un manifiesto de una actitud libre e inconformista.
Es en este clima de cambio que nace la primera Ducati Scrambler. Producida en 1962 a petición de los hermanos Berliner, importadores de Ducati en Estados Unidos, fue diseñada para hablar el idioma de los motociclistas estadounidenses: un idioma hecho de polvo, sol y libertad.

La Scrambler es más que una simple motocicleta: es un puente entre dos mundos, el europeo y el americano. Una combinación perfecta de ingeniería y estilo que cautiva desde el principio. Su éxito no se debe solo a sus características mecánicas, sino también a su actitud: rebelde pero amigable, diferente pero accesible. La Scrambler encarna el espíritu de una época ansiosa por dejar atrás las sombras de la guerra y abrazar algo nuevo.
A través de los desiertos californianos, las carreteras rurales y las ciudades en evolución, la Scrambler se convierte en mucho más que un producto: se convierte en un icono. Un símbolo de expresión personal, de libertad sin concesiones y una forma completamente nueva de experimentar el motociclismo.
Un icono que, incluso hoy, más de 60 años después de su nacimiento, continúa inspirando, contando historias y representando su espíritu único.